viernes, 24 de abril de 2015

LA MECÁNICA DEL CORAZÓN

Este pasado miércoles he ido a ver un peliculón que se estrenó en España hace casi una semana: La mecánica del corazón.


Llevaba muchos meses esperándola, y ya había perdido la esperanza de poder verla en cine, pero aquí estoy, con 4'90 euros menos en el bolsillo, pero unos de los 4'90 euros mejores gastados en un cine. 

La mecánica del corazón viene de un libro escrito por Mathias Malzieu (quién también forma parte de la dirección del film junto a Stéphane Berla y de la banda sonora junto a su grupo musical Dionysos) que cuenta la historia de un niño, Jack, que llega al mundo el día más frío de la historia con su corazón helado. Abandonado por su madre el mismo día de su nacimiento, la mujer más extraña de un pueblecito de Edimburgo lo adopta como su propio hijo y le cambia su corazoncito helado por un reloj bajo tres normas: no podrá tocar las agujas del reloj, tendrá que controlar sus emociones y, sobretodo, nunca jamás deberá enamorarse. Sin embargo, Jack no conseguirá evitar esta tercera regla y su vida se convertirá en una peligrosa aventura, en la cuál el famoso mago y director de cine Georges Méliès le acompañará. ¡Incluso Jack el Destripador tiene una breve aparición, y se nombra a Don Quijote!



Una emotiva historia que nos llevará de Escocia a Granada, pasando por un París donde conoceremos a Méliès y sus orígenes con el cinematógrafo.

La película, aunque nos cuenta la misma historia que el libro, es más suave que éste, omitiendo alguna información, pudiendo llegar de esta manera a un público más infantil que, pese a todo, se quedará con preguntas y sin entender algunas gracias de los diálogos de sus personajes (gracias buenísimas, por cierto). 


Una película sobre el amor, la amistad, las culturas del mundo, el Cine e incluso el acoso escolar. 

Lo mejor, además de la animación que mezcla la oscuridad con la luz y los colores y los mundos tan fantásticos como los circos o los parques de atracciones, es sin duda la banda sonora. Es maravillosa de inicio a fin, no hay canción que sobre o aburra y, además, complementan una película que parece una sucesión de increíbles videoclips donde el realismo se pierde entre las imágenes y las notas de sus canciones. Cabe destacar también a forma metafórica de mostrarnos el desenlace, el estilo expresionista y que la apariencia de los personajes puede parecerse mucho a cómo los imaginábamos mientras leíamos el libro.

Lo peor es, únicamente, ver la poca publicidad que se le está dando a tan grande obra de arte francesa... Bueno, y esas pequeñas informaciones que han omitido para hacer el cuento más infantil.

Así que no creo que dure mucho en cartel, y os animo a que vayáis a verla!!

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