El domingo fui al cine a ver
Cenicienta, la última película de princesas Disney que además cuenta con el
cortometraje Frozen Fever en su proyección. Esto es lo que me han parecida las
dos producciones de Disney.
FROZEN FEVER (Fiebre congelada)
No lo voy a negar, pagué una
entrada para ver Cenicienta para ver este corto por encima de todo.
Anna, Elsa, Kristoff, Olaf y Sven
vuelven a la gran pantalla para deleitar a los fans de Frozen en un pequeño
cortometraje. El personaje de Elsa carece un poco de sentido (simplemente le
ocurre algo que sorprende –claro
que tampoco es de extrañar después de ver cómo acabó vestida al final del largo-),
pero la divertida canción (con un estilo muy parecido a las canciones del
largometraje), el nuevo vestuario de la princesa y la reina de Arendelle y el
mensaje que nos da a mayores y pequeños (más allá del mensaje que tenía como
objetivo el largometraje de que los príncipes azules no existen, aunque el
corto contiene un perfecto gag con el príncipe Hans) hacen de Frozen Fever una
entrañable historia sobre el amor hacia los demás y la importancia de tener
cerca a aquellos que quieres y que te quieren. Además, el corto es un divertido paseo por los mismos escenarios, y situaciones, que el largometraje, pero de formas todavía más locas y con un único objetivo: hacer feliz a Anna.
Ahora ya sí que los fans de
Frozen tendremos que esperar a Frozen 2 para seguir disfrutando de las
aventuras en Arendelle.
CENICIENTA
El clásico de animación de Disney
La Cenicienta vuelve a la pantalla con actores de carne y hueso y muchos efectos
especiales que enamorarán a los pequeñitos de casa... y a los mayores.
Como historia, no nos cuenta nada
nuevo: desde la muerte de los padres (aquí mucho más dramatizada y explícita
que en la película de dibujos animados) hasta el encuentro y boda con el
príncipe azul, pasando por supuesto por la pérdida del zapato de cristal; pero
el film incluye momentos divertidos y trabajados para dejarnos a todos con las
bocas abiertas.
Con un maravilloso vestuario y
efectos especiales, el cuento cobra vida más fuerte que nunca, y aunque esta versión
no dispone de canciones cantadas, los personajes y las palabras mágicas siguen
siendo los mismos, así como la madrastra y sus dos malvadas hijas (no tan feas
como en la peli animada), el Hada Madrina (interpretada por una loquísima
Helena Bonham Carter que mejora el Hada original) y, por supuesto, el príncipe
azul y su padre y Cenicienta, una niña desgraciada maltratada por su madrastra
y hermanastras tras la muerte de su madre y, posteriormente, de su padre, o las
palabras “Bibidi Babidi Bu” para convertir una calabaza y sus amigas las
ratitas y los lagartos en una hermosa carroza con caballos, cochero y lacayos.
Con el mensaje de la gran mayoría
de películas clásicas de Disney: sé buena con los demás, valiente y ten fe en
la magia, y encontrarás así la felicidad que buscas (dejadme que dude de este
mensaje que tanto eco ha hecho Disney), la nueva Cenicienta, me ha gustado
mucho más de lo que esperaba desde un principio, así que bien :) Y sabiendo que nunca he sido fan de esta princesa, que la película me haya gustado es muchísimo.
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