jueves, 1 de mayo de 2014

MUSEO DE CERA HORROR EXPERIENCE - VIP

¡Ya vuelvo a pasearme por el blog! ¡Y por el Museo de Cera! Sí, hoy vuelvo a hablar del espectáculo de Horror Box y mi segunda Horror Experience en el museo ya nombrado.


El pasado sábado 26 de abril me tocaron un par de entradas VIP para volver a pasar miedo, cortesía de Horror Box. ¡Gracias! Las entradas consistían en entrar en el espectáculo con un grupo de SÓLO 6 PERSONAS, y nuestra experiencia sería grabada por el equipo de VideoReview Parks. Yo decidí ir con mi madre, pues Lorena, la amiga con quién fui por primera vez, no pudo venir, y mi madre se moría de ganas por ver algo más de Horror Box. Aquí la foto de las dos, con el Señor Guarda del Museo. Yo creo que lo mejor era no llevarle la contraria... 


La primera vez que fui al Museo de Cera Horror Experience entré con un grupo de 20 personas. Si de esta manera fue alucinante... imaginad cómo fue con un grupo reducido. El cambio de 20 a 6 personas es descomunal... El espectáculo y su calidad son los mismos, pero contad que si con 20 personas hay varios sustos y varias acciones de los actores a ti... con sólo 6 personas te toca pasarlo mal durante todo el recorrido. 

Además de pasar más miedo y sentirse más solo ante el peligro, como el Gary Cooper de cera del Museo, entrar en un pasaje del terror con un grupo reducido te permite verlo todo mejor y disfrutar al máximo el arte del show. Entrar con tan poca gente me permitió ver de dónde salían todos y cada uno de los personajes: dónde se escondían, si aparecían de entre la oscuridad, de una puerta, de entre las figuras o si eran una figura... aparentemente de cera. El camino parecía hacerse más rápido (no es lo mismo esperar a que entre la persona número 20, que va la última, a esperar a que entre la sexta). Pero eso no significa que el show fuera más rápido. Al contrario, quedaban esperas llenas de silencios y comentarios de que algo iba a pasar. Aquí tengo que añadir que como yo había estado en el Museo de Cera Horror Experience hacía una semana, ya sabía qué número y personaje iba a salir, pero a veces estas esperas me hacían pensar que ese número se había suprimido o cambiado. Y de repente... ¡susto! Una figura de cera se movía, o había un apagón de luz que acababa con una fantasmal aparición...

Entrar con un grupo reducido me permitió incluso ver a un personaje que la primera vez que fui sólo lo escuché... pero que no pude ver. Personaje que, por cierto, al no conocer bien bien su existencia, fue el que más me asustó y, por si fuera poco, me acorraló contra la pared con cuerpo y arma (una arma muy ruidosa...) mientras mis gritos debieron escucharse por todo el museo... Después se le sumó al acorralamiento una mujer muerta hasta volverme a dejar libre y salir corriendo para reunirme de nuevo con el grupo. En el fondo fue muy divertido, porqué el hombre armado volvió a "atacarnos", ahora en grupo, y ante mis nuevos gritos (y risas), colocó su mano en mi hombro y me susurró que me tranquilizara, que no pasara nada. Supongo que lo dijo en broma, como para dar más miedo, pero debéis saber que en un pasaje del terror, mi diversión se mide a partir de mis gritos: cuánto más grite, mejor me lo paso. Y Horror Box parecen ser expertos en hacerme encontrar la diversión. 

Fue un recorrido donde los asistentes no dejamos de chillar, de chillar como nunca, y de correr. Y por supuesto, de reír. De reír mucho. Además, la idea de grabar cada uno de esos momentos, era como parte del espectáculo. Como si además de un pasaje del terror también estuviéramos en una película como [•REC], cada susto que nos dábamos quedaba registrado, cada vez que nos tropezábamos, cada vez que corríamos, cada vez que gritábamos... Todas las pruebas, nuestras miradas, nuestras reacciones, nuestros comentarios... Todo quedó grabado. Éramos un espectáculo dentro de otro espectáculo. 

Mis momentos favoritos volvieron a ser el número musical y el de la aparición de la mujer de blanco en la gran sala, pero esta vez había menos personas a quién mirar fijamente, a quién perseguir, a quién rodear sin dejarles escapar... así que nos tocó sufrir a las 6 personas, sin piedad por nadie... Pese a estos peligros, los actores sabían hasta donde podían llegar, así que no temáis cuando lleguéis a escaleras o lugares donde uno tenga que ir con más cuidado al caminar. Quizás, sólo quizás, esos serán los únicos momentos donde estaréis a salvo... pero no os fiéis... No os fiéis porqué igual sois tan torpes como yo y tropezáis solos en una escalera, o os sale alguien de una puerta cerrada, os vais de lado y chocáis contra una pared. Y si seguís siendo tan torpes como yo, cuando os volváis a incorporar, volveréis a perder el equilibrio y volveréis a iros de lado hacia la pared...

El gozar o no de un espectáculo también es gracias (o desgracia) del grupo que te acompañe. Yo tuve la gran suerte de compartir esta aventura con cinco personas maravillosas que nos esperábamos los unos a los otros, que gritábamos igual, que no nos importaba mezclarnos unos con otros a pesar de que cada persona que ganamos una entrada íbamos con un acompañante. Fueron muy, muy grandes. Y el cámara que nos acompañó grabándolo todo, Adrián (hubiera sido muy bueno que se hubiera llamado Pablo, como el cámara de [•REC]), también fue majísimo. A continuación estamos todos (menos el cámara), acompañados de la difunta del Museo de Cera, que se acordó de mi de la última vez y terminó por llamarme amiga... 


Sigo diciendo que la entrada a un pasaje del terror es un momento mágico. Su cambio de sonido, de iluminación.... El conocer al grupo de personas con quién compartirás la experiencia, los personajes que te darán una bienvenida a su manera, el no saber qué va a pasar, ni cómo, ni cuándo... En definitiva, es mi propio País de las Maravillas. 

Siempre había pensado que entrar en un lugar así tendría que ser cosa de grupos reducidos. Que contra menos gente, más miedo. Por lo tanto, contra menos gente, mejor. Ahora no lo pienso... lo corroboro. Pero está claro que con las colas que se forman para entrar... eso es imposible. Darían más miedo las esperas y colas que lo que se encontraría uno allí dentro. Había deseado siempre también ser grabada así, rodeada de seres maléficos gritando y corriendo, en ese estado de locura por escapar. Y por fin, Horror Box ha conseguido hacer realidad mis dos deseos relacionados con el terror más puro. ¿Todavía dudáis de que pueden hacer realidad vuestras pesadillas?

De nuevo, me gustaría recomendaros este espectáculo. Porqué la entrada al Museo de Cera Horror Experience es una salida del mundo real, porqué es una forma distinta de recorrer la Cultura, la Historia, el Arte..., porqué es un lugar genial donde pasar una tarde/noche con los amigos, porqué puede convertirse en el núcleo de conversaciones que durarán días, porqué sentiréis emociones a flor de piel, porqué reiréis, pasaréis miedo, y porqué algunos también lloraréis... Porqué cuando escuchéis los nombres de Cristóbal Colón o Atahualpa os invadirá una musiquilla por la cabeza, porqué cuando veáis a toreros veréis a personas que tras el éxito, su vida se derrumba, porqué en enormes salas de palacios miraréis de reojo todas sus puertas, lámparas... Y por supuesto, porqué no siempre sales de un sitio gritando, dando empujones y abriendo la puerta que te lleva a la calle como si no hubiera un mañana. 

¿Tenéis ya las entradas compradas? Están todos los sábados... Yo de vosotros no me quedaría los últimos...

Y por supuesto, no puedo aguantar más las ganas que tengo de ver el reportaje de VideoReview Parks. ¡¡Seguro que les quedó maravilloso!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario