Després de fer una visita a la Festa Major de Gràcia fa poc més d'una setmana, avui he fet una sortida a la del barri de Sants.
Conogudes especialment pels guarniments dels carrers fets a mà pels veïns, i ara també per la trobada de Harley Davidson, aquest any podeu navegar fent un creuer a tot luxe, visitar mars guiats per un far, conèixer personatges històrics, entrar a castells medievals, demanar un desig al geni de la llàntia meravellosa o fer-vos amb tots els Pokémon.
Festes també recomenables també per veure, obviament!!
Per a mi, els millors carrers han sigut la Plaça de la Farga (castell medieval - foto de baix), Carrer Finlàndia (far i mar) i Carrer Guadiana (Pokémon).
Com cada any, en el cas de que no plogui, no puc evitar fer una escapada el 15 d'agost a les Festes de Gràcia.
Són festes conegudes per la seva gent, el seu xivarri, les ganes de festes, els diables i els gegants i, sobretot, pels guarniments inmensos i preciosos dels seus carrers.
Aquest any podreu descobrir altres cultures, veure animals mitològics, patir psicodèlia, passejar per boscos i selves gegants, conéixer a l'Astèrix i a l'Obèlix, endinssar-se pel Pais de les Meravelles, intentar sortir vius d'una invasió zombie o fins i tot, visitar la Fàbrica de Xocolata d'en Willy Wonka.
Són unes festes que sempre recoman-ho per anar amb amics o amb la família, però aquest any insisteixo perquè hi han carrers on la decoració i l'ambientació són de 10. I no oblidem que tot forma part de l'entusiasme i treball dels veïns de Gràcia, així que respectem-ho entre tots. I vosaltres, pluja i mal temps, també.
Els meus carrers preferits, ja siguin per gustos o pel treball realitzat pels veïns de dits carrers són (sense importar l'ordre): Joan Blanques de Baix (Charlie i la Fàbrica de Xocolata), Fraternitat (Alicia al Pais de les Meravelles) i Progrés (The Walking Dead).
No sé aquests dies com serà el descans dels veïns, però el dels morts va pel mateix camí... ;)
El pasado sábado 9 de agosto fui con mi amiga Lorena al Museo de Cera de Barcelona.
Sin duda, pasar una tarde entre personajes históricos, personajes de cuentos, cantantes, actores, cineastas y personajes de cine y literarios es algo maravilloso. Los políticos no los he contado en el grupo, pero no se me habían olvidado. Lo tengo todo controlado.
Lleno de figuras de cera de personalidades famosas, el Museo está estructurado por temas. La mayoría de sus figuras son réplicas maravillosas de la gente esculpida, y sin duda, es un lugar para aprender. No he visitado más museos de cera además del de Barcelona, así que no puedo hacer comparaciones, pero me encanta cómo el museo te adentra a las situaciones mostradas no sólo por las figuras, si no por las decoraciones, localizaciones, la música y la iluminación. El submarino de la literatura de Julio Verne, la parte sin retocar de lo que fue anteriormente el Museo de Cera (un banco), pasillos oscuros donde no pararte junto a la prostituta es, posiblemente, lo más adecuado, cámaras de tortura y de los horrores...
El recorrido nos llevó una hora u hora y media. Quisimos repetir, pero se acercaban las 20h y la gente de Horror Box, como cada sábado, empezaban a decorar y preparar el Museo para su Museo de Cera Horror Experience. Como entenderéis, no tuvimos problema alguno, pues, de dejarlos trabajar y salir a la calle.
En el fondo fue muy gracioso, porque la primera vez que vi el espectáculo de Horror Box fue con Lorena también. Como no podía ser de otra manera, ya que estábamos allí, esperamos a que salieran alguno de los actores de la productora para aprovechar y hacernos alguna fotillo. Lo mejor fue que, pese haber entrado tres veces al Museo de Cera Horror Experience, sumándole una cuarta visita a lo loco para ver qué personaje había en la calle, esta vez salieron dos actores de los cuales nunca había visto por allí.
No os podéis ni imaginar la cara del hombre que nos hizo la siguiente foto mientras enfocaba.
Y con David Moreno, director y actor de Horror Box.
Y como yo creo que ya no voy a poder volverme a pasearme por el Museo de Cera en lo queda de agosto... quedo a la espera de lo próximo que monten Horror Box.
Y a vosotros, lectores, me gustaría recomendaros la visita a este museo. Es una manera de pasar una tarde de verano lejos del agobiante calor que envuelve la ciudad!
Hace casi tres semanas, exactamente el 26 de junio, volví por cuarta vez a ver Hypnos, La otra realidad, el último espectáculo que Luis Pardo ha tenido en cartel durante 11 meses en la Sala Muntaner.
Hipnosis, ilusionismo y mucho más era lo que el Psychomago aportaba a dicho espectáculo, del cual ya hablé en una entrada pasada por el blog.
Esta vez volví a subir al escenario, pero lamento decir que duré menos que la primera vez. Tras lo que vino a ser la hipnosis, mi posición una vez "dormida" era tan incómoda, pero tanto, que mi única preocupación fue la de no caerme de la silla, en vez de estar atenta a lo que decía Luis Pardo y hacer lo que él quería. Supongo que a la chica de mi lado le pasó igual, porqué tenía su cabeza sobre mis piernas y notaba como, a la vez que yo intentaba no caerme al suelo, su cabeza se me resbalaba y sufría también por ella.
He de añadir también que un amigo y mi madre salieron al escenario y que Pardo les hizo algún que otro truco el cual, encontrarle sentido o explicación me resulta imposible, pese haberlo presenciado ya cuatro veces.
No hace falta que diga lo bien que me lo pasé, porqué seguro que ya os lo imagináis :) Gente llorando, temblando... ¡Brutal! Y lo del tema de la gente hipnotizada ya ni os cuento, ¡porqué me parece demasiado! ¡¡Y la auto-hipnosis...!!!
Podría recomendaros el espectáculo, pero como el 27 de junio fue su última función de Hypnos, puedo deciros que os quedéis con una fecha: 9 de octubre. Será este día cuando, de nuevo en la Sala Muntaner, Luis Pardo, el Psychomago, nos presente su nuevo espectáculo, Paranoid. Un espectáculo que él mismo nos presenta como algo nuevo e innovador pero con la esencia de todos sus espectáculos. No tengo ni idea de qué nos vamos a encontrar, pero si hay algo que tengo claro es... ¡que ya estoy deseando verlo!
Tras la foto conjunta con Luis Pardo (podríamos haber dejado que el mago se pusiera en medio de la foto XD), tuve la ocasión de regalarle algo que mi hermana y yo hicimos dedicándole muchas horas, días, trabajo, cariño y superando infinidades de problemas, así como tener que repetir todas y cada una de las figuras hechas para esto. Sabiendo al final el poco tiempo que me quedó para hacerlo, y el poco tiempo libre que muchas veces tengo, me hizo mucha ilusión llegar a tiempo para dárselo y, todavía más, que le gustara.
Dicho regalo os lo dejo aquí:
Sin nada más que aportar por ahora, me despido hasta la próxima entrada, esperando no tardar tanto en escribirla. ¡Hasta la próxima!
El miércoles 23 de julio volví a un lugar que hacía muchos
años que no pisaba: el Parque de Atracciones del Tibidabo.
Recuerdo que mis padres me llevaban una vez al año, en
vacaciones de verano, y disfrutaba montando en el Buri-Buri, en el Tío Vivo, en
el los auto-choques y ... lo bien / mal que lo pasaba en el Hotel Krüeger (la
casa de los horrores del parque).
Esta vez fui con mis amigos Mari, Emilio, Gloria, Pepi y la
pequeña Cristina. De hecho, he de decir que las tres últimas las conocí ese
mismo día, pero que pasamos a ser amigas como si nada.
Hay alguna cosa del parque que han cambiado, como la noria
(que bonita era la que había antes...), los cambios de escenarios del Buri-Buri
..., la sala de los Espejos (que también me gustaba más la de antes...). Sin
duda, el parque necesitaba innovarse si quería seguir recibiendo visitas, pero
es que lo retro de ese parque era taaaaaan bonito. Pero me conformo con que el
90% del parque siga igual, como el tío vivo <3 .
Pese a que no pude ver el Museo de los Autómatas (¡¡a veces
no da tiempo de verlo todo!!), me quedo por encima de todo (sin olvidar las
atracciones como La Mina d'Or y la buenísima compañía), con las tres visitas al
Hotel Krüeger. El 666 de la pulsera lo justifica, y la chapa se ha convertido
en mi amuleto del día a día.
En serio, me encanta.
Hubiera comprado todos los souvenirs del Hotel ... Pero claro, el
maldito dinero... XDDD. Y aunque el Hotel también ha padecido algún cambio,
estos han sido para mejorarlo o bien sustituir alguna cosa y darle más énfasis.
Lo mejor: las camisetas de Emilio y mía triunfando con los personajes del hotel
(Emilio iba con una camiseta de Freddy Krueger -imaginad así todo lo que le
pudieron llegar a decir- y yo con una de la Familia Addams -si estáis pensando
que nos las pusimos expresamente para llamar la atención pues ... ehm ...
¡Sí!), el protagonismo de Emilio cuando entramos la tercera vez y alguno de los
personajes lo llamaron por su nombre (me morí de la risa XDDD), los actores que
ya nos conocían tras haber entrado una, dos y tres veces, y mis diferentes
situaciones en el grupo para ver qué lugar de la fila daba más miedo, aunque en
la segunda entrada el Botones me obligó a ir delante... XD En serio, se pensó
que me ponía detrás para no pasar miedo, y yo lo que quería era quedarme atrás
para que los personajes me fueran persiguiendo. ¡¡¡¡¡Qué adorable, de verdad!!!
Al final, de las tres entradas que hicimos, la primera fui
al principio de la cola. Es maravilloso para llevarte la sorpresa de lo que va
pasando en cada habitación del Hotel. Pero como acabas casi corriendo sin mirar
atrás, siempre te pierdes alguna cosilla del espectáculo.
La segunda entrada, acabé yendo por la mitad de la cola del
grupo. Sí, pese a que el botones me dijo que me pusiera delante, porqué según
él "delante pillarás mas...", acabé pudiéndome colar por la mitad. Es
genial para ver todos los detalles del Hotel. No vas delante, por lo que no
tienes que acabar siendo el guía y, por lo tanto, acabar corriendo, ni vas
detrás al ritmo de toooodo el grupo que llevas delante.
La tercera vez que entramos conseguí ir la última del grupo.
¡LO MAS DE LO MÁS! Quedarme quieta un momento mirando la decoración de la Sala
Principal (y por lo tanto, separarme un poquito del grupo) y que el Portero me
diga "que tenga una buena estancia, señorita", dar un bote, y darme
cuenta de que eso significa: "¡tira para delante, leches!", y salir
corriendo hacia el grupo; poder darle las gracias por su hospitalidad al
recepcionista y que me conteste que ha visto mi chapa del Hotel Krüeger;
pararme junto a Regan y mirarla a los ojos mientras, también mirándome, se abalanza
hacia mí gruñendo para seguirme por las escaleras y no tener más remedio
que subirlas yo también corriendo y gritando como una... posesa...¡como me
gusta!; que Drácula cierre una puerta después de entrar en una sala sin que
dejara de mirarme, sintiendo así entre miedo y esperanza después de la
terrorífica situación vivida anteriormente; que Krueger se avalanzara hacia mi
con la garra en alto mientras el de delante de mi no corría, que Chucky me
siguiera por su habitación mientras yo intentaba correr sin éxito porqué la
gente del grupo no podía darse prisa porqué estaban bajando unas escaleras ...
¡NECESITO REPETIR!
Total, el Hotel Krüeger, al igual que cualquier pasaje del
terror, se puede vivir de mil maneras, sólo hay que saber cómo.
Sé que ahora pensaréis, pero a ver ... ¿nos ha venido a
hablar del Tibidabo o del Hotel Krüeger? Bueno, la verdad es que era un poquito
de todo, pero mi amor por el terror me ha llevado por este camino. En
definitiva, fue un día lleno de risas y geniales anécdotas con grandísimas
personas. ¡Un día maravilloso!
El lunes 21 de julio, que yo ya estaba de vacaciones (¡qué tiempos!) fui con mis amigos Mari y Emilio a Montserrat.
Vimos su monasterio, sus mágicas montañas, recorrimos largos caminos montañosos, escalamos y caímos.
Lo mágico de Montserrat es que es que uno se sienta un rato (para comer, por ejemplo, como hicimos nosotros) y empieza a ver formas conocidas en las grandes montañas: faraones, monos, elefantes... Y lo mejor es que todos coincidíamos a la hora de verlo.
Pese al dinero que uno se gasta en el viaje de ida y vuelta (que es una barbaridad y una vergüenza pero que mientras sigamos pagando no cambiará nada...), un día en Montserrat es algo maravilloso. La naturaleza, el aire puro, la tranquilidad, las no-aglomeraciones de la ciudad (bueno, no hablaré de las aglomeraciones para ver a la Virgen de Montserrat...)...
Un lugar genial para pasar el día. Y si es junto a amigos tan frikis como yo que van creando historias raras mientras caminamos por la montaña... ¡mejor!
Y para terminar... ¡esta foto! ¿Soy yo... o da un poco de mal rollo? ¡Me encanta!
Hace mucho, mucho tiempo ... ¡Es broma! El Pasado 17 de julio fui con la familia al CosmoCaixa. Vamos, lo que antes era el Museo de la Ciencia de Barcelona.
Como algunos ya sabréis, el museo dispone de exposiciones temporales que van cambiando de vez en cuando. Siempre desde la perspectiva de la ciencia, las exposiciones tratan sobre arte, culturas, geografía ... Ahora hay una sobre el Mediterráneo: gastronomía, cultura, mares, fauna .... De todo un poco.
También hay una exposición de medicina y tecnología (muy interactivo, quizás demasiado ...).
En el resto del museo lo de siempre (aunque esta vez, en mi opinión, mejor que las exposiciones temporales de ahora): los hombres y mujeres prehistóricos, la Ciencia convertida en juegos para todos y el Bosc Inundat, un lugar "lleno" de reptiles, anfibios, peces, aves e insectos los Cuales me gustaría pensar que, pese a estar encerrados allí, están bien cuidados.
Podría seguir explicando en que consta lo expuesto, pero si estáis en Barcelona y tenéis la oportunidad de ir, os lo recomiendo.
Lo mejor: que a diferencia de otros museos, el público y la mayoría de las cosas expuestas no están separados por frías vitrinas.
Lo peor: que cada vez está todo más digitalizado.
Y como tengo tantas cosas que escribir todavía en el blog, voy a dejar esto aquí y voy a ponerme a escribir la siguiente entrada.